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El médico de atención primaria
El internista
El reumatólogo
El cirujano ortopédico
El médico rehabilitador y el fisioterapeuta
El terapeuta ocupacional
El psicólogo
El asistente social


El médico de atención primaria

Aunque el médico de atención primaria pueda tratar la Artritis, y pueda hacer un primer diagnóstico sobre la misma, es posible que envíe el paciente a un especialista (el reumatólogo) para un tratamiento más especializado de determinados aspectos de la enfermedad.

El internista

Los internistas son médicos que están especializados en las enfermedades de los adultos y en medicina interna. El internista puede también encaminar el enfermo a otro especialista para un tratamiento especializado de ciertos aspectos de la enfermedad.

El reumatólogo

Un reumatólogo es un médico especializado en el tratamiento de enfermedades reumáticas (hay más de 200, y en particular de la artritis) que puedan afectar a las articulaciones, los músculos, los huesos, la piel y otros tejidos. La mayoría de los reumatólogos son internistas o pediatras que han recibido una formación adicional en el campo de la reumatología (de dos a tres años de especialización). Los reumatólogos están especialmente entrenados para identificar muchos tipos de enfermedades reumáticas, entre ellas la artritis, varios tipos de enfermedades autoinmunes (como puede ser la artritis, espondilitis anquilosante, lupus, etc), dolor y transtornos musculoesqueléticos y osteoporosis.

El trabajo en equipo es lo ideal. Por lo general el reumatólogo trabajará en estrecha relación con su nefrólogo , hematólogo , cardiólogo , gastroenterólogo. Si es necesario lo referirá al psicólogo , al médico rehabilitador o al asistente social. En algunos  casos será necesario pedir la opinión a dermatólogos, oftalmólogos, neurólogos, etc. En caso que se requiera cirugía trabajará en estrecha relación con el cirujano ortopédico.

Conocimientos que debe tener el reumatólogo:

  • Conocimientos básicos de anatomía, bioquímica, fisiología, biomecánica, patofisiología, biología molecular y celular relacionada con las enfermedades reumáticas.
  • Conocimientos teóricos completos de cada una de las enfermedades reumáticas.
  • Selección e interpretación de análisis de laboratorio.
  • Indicación e interpretación de técnicas de imagen (Radiografía, TAC, resonancia, ecografía musculoesquelética y densitometría ósea).
  • Conocimientos de Neurofisiología.
  • Conocimientos de los métodos utilizados por fisioterapeutas y enfermería especializada del aparato locomotor.
  • Relación con otras especialidades afines (Ortopedia, rehabilitación, anestesia). Conocimiento de técnicas quirúrgicas y rehabilitadoras del aparato locomotor.
  • Conocimiento de la medicina no convencional en las enfermedades reumáticas.
  • Desarrollo de experiencia en la investigación.
  • Capacidad para enseñar personal médico y paramédico.
  • Conocimiento de las técnicas de gestión de unidad de reumatología.
El cirujano ortopédico

El cirujano ortopédico (o simplemente ortopédico) es el médico que se especializa en la cirugía ortopédica, o sea todo lo relativo al sistema musculoesquelético.

El ortopedista llega a recibir formación académica de hasta 14 años. Muchos optan por practicar la ortopedia general, pero otros optan por especializarse en determinas zonas del cuerpo (pie, mano, hombro, columna vertebral, caderas o la rodilla), o bien se especializan en una determinada área de la ortopedia como puede ser la traumatología o bien la medicina deportiva. Algunos ortopedistas pueden especializarse en varias áreas y colaborar con otros especialistas, tales como neurocirujanos o reumatólogos.

El médico rehabilitador (o fisiatra) y el fisioterapeuta

La rehabilitación para un enfermo de artritis es absolutamente necesaria pues sirve para conservar la movilidad de las articulaciones fortaleciendo los músculos y tendones; para la aplicación de aparatos o técnicas que reduzcan el dolor y la inflamación; reeducar al enfermo para que ejecute adecuadamente los movimientos en su vida cotidiana, y para recomendar una serie de ejercicios que el enfermo puede ejecutar en su casa.

Los fisiatras tratan diversos trastornos musculoesqueléticos (de los músculos y los huesos), cardiovasculares (del corazón y los vasos sanguíneos), pulmonares (de los pulmones y la respiración) y neurológicos (del sistema nervioso), incluidas las condiciones como la artritis, el dolor de espalda, las lesiones laborales y deportivas y las lesiones cerebrales o de la médula espinal.

La rehabilitación debe ser realizada bajo la supervisión de un médico rehabilitador (o fisiatra) y ejecutada por fisioterapeutas que son profesionales del área de enfermería.

La fisioterapia se ocupa de los sistemas neuromuscular, musculoesquelético y cardiopulmonar del cuerpo humano, o sea, con los sistemas relacionados con el movimiento y la función del ser humano.

Los fisioterapeutas evalúan y tratan a las personas con problemas de salud debidos a lesiones, enfermedades, uso excesivo de los músculos y tendones y para la recuperación de la movilidad funcional después de someterse a una cirugía.

El tratamiento y los servicios de la fisioterapia se centran en restablecer la movilidad y funcionalidad del individuo, su resistencia cardiovascular, su fuerza muscular y su capacidad de llevar a cabo las actividades básicas de la vida diaria. También la fisioterapia cuida de reeducar al paciente para que adopte posturas correctas, y el modo adecuado de ejecutar las actividades cotidianas para que no se sobrecarguen las articulaciones, evitando así el desgaste prematuro de estas.

En lo que se refiere a la artritis y otras enfermedades reumáticas, los fisioterapeutas proporcionan un programa de entrenamiento completo al paciente. Vea un ejemplo de un programa en nuestra página de Rehabilitación

Para que un enfermo pueda ejecutar adecuadamente las actividades diarias, sería interésante que cuando fuera posible éste también obtuviera la ayuda de una terapeuta ocupacional, como veremos a seguir.

El terapeuta ocupacional

La terapia ocupacional es una profesión de la salud que busca ayudar a personas con discapacidades físicas, de desarrollo o emocionales a llevar una vida más independiente, productiva y satisfactoria.

Algunas de las actividades que desarrolla un terapeuta ocupacional con las personas con artritis pueden ser las siguientes:

  • Evaluar a los niños con desórdenes neuromusculares de desarrollo planificando actividades en el tratamiento que les ayuden a desarrollarse física, mental y socialmente.
  • Ayudar a los adultos (una vez que ahora tienen una discapacidad) a aprender a llevar a cabo las tareas cotidianas en el hogar, en el trabajo y en la comunidad.
  • Ayudar a los ancianos a adaptarse a los problemas específicos que aparecen con el envejecimiento, y a mantenerse física y mentalmente activos.
  • Asesorar las modificaciones necesarias en la distribución y el diseño de las viviendas, los colegios y los lugares de trabajo para permitir un mejor acceso y mayor movilidad a las personas con lesiones o discapacidades.
    Dentro de esta actividad, el terapeuta ocupacional aporta recursos que faciliten la realización de las actividades básicas y de las tareas cotidianas más cómodamente, mediante la utilización de instrumentos adaptados a cada paciente.
El

Conforme exponemos en nuestra página aspecto psicológico, la intervención de un psicólogo puede ayudar a un paciente con artritis a comprender mejor la nueva etapa de su vida tras ser diagnosticado de esa enfermedad y aprender a convivir con ella.

El psicólogo también le ayudará a adoptar actitudes positivas. Se ha demostrado que adoptar una actitud positiva frente a una enfermedad autoinmune como es la artritis ayuda a reforzar el sistema inmunológico.

También puede orientar al entorno social del enfermo para que estos puedan comprender mejor la enfermedad y colaborar dentro de sus posibilidades en el tratamiento.

El asistente social

El/la asistente social intervendrá cuando la situación lo requiera, gestionando las ayudas sociales necesarias, bien de tipo domiciliario (referente al cuidado del hogar o a las necesidades propias del enfermo reumático como pueden ser la higiene o el arreglo personal), bien del tipo centros de día o residencias asistidas (si la permanencia en el hogar presenta importantes dificultades).